Temen subida de precios por caída de ceniza

Los expendedores de alimentos que trabajan en Santo Domingo de los Tsáchilas reportan un ligero desabastecimiento de productos provenientes de la Sierra y dicen que esta es una de las consecuencias de la actividad eruptiva del volcán Tungurahua, registrada desde la noche del 30 de enero.
Papas, cebollas, fréjol, duraznos y peras son algunos alimentos que empiezan a escasear en esta zona debido al fenómeno natural. Varios comerciantes señalaron que los intermediarios que llegan a los mercados no cuentan con suficientes productos. “Nos dicen que por la ceniza que le cayó a la fruta ésta se dañó. Por suerte no han subido el precio”, confirmó Clara Guamán, comerciante, quien comentó que esta semana sólo le llegaron dos sacos de papa chola. Otras semanas recibe entre tres y cuatro.
Sergio Guzmán, vendedor del Mercado Municipal, también teme que los precios de los tubérculos, verduras y frutas de la Sierra suban a causa de la caída de ceniza del Tungurahua. “Ahorita es poco lo que nos hace falta, pero para el fin de semana ya no habrá mucho para vender”, sostuvo el comerciante.
Actualmente, la libra de papa chola, que hace siete días se vendía a 20 centavos, hoy cuesta entre 25 y 27 centavos. La libra de alverja se expendía a un dólar y ahora vale $1,25. La misma variación se registra en la libra de fréjol.

Entrega de ayuda
En Tungurahua, donde algunas cabezas de ganado han sufrido las consecuencias de la caída de ceniza, se entrega ayuda a los campesinos. En los sectores de El Santuario, Sabañag y El Guanto, del cantón Quero, se entregaron 180 quintales de balanceado y 120 canecas de melaza.
En Pillate (Pelileo) se repartieron 75 quintales de balanceado y 50 canecas de melaza. En Juive Grande de Baños 75 quintales de balanceado, 15 canecas de melaza y 30 sacos de ensilaje. El objetivo de estas ayudas es evitar que los animales ingieran material volcánico, pues pueden sufrir diarreas, pérdida de peso y masa muscular. En estas zonas también se entregaron alrededor de 200 mascarillas.

Fuente: La Hora

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