Desde hoy, todas las instituciones culturales trabajarán en un nuevo modelo de gestión para lo que a ellos les dio por llamar ‘democratizar la cultura’. Ése fue el compromiso logrado ayer en reuniones mantenidas por el presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), Raúl Pérez Torres y los representantes de los 23 núcleos provinciales, en Carondelet, con el Ejecutivo.
La cita fue a mediodía, en un almuerzo de trabajo. En el encuentro, el presidente, Rafael Correa, escuchó las inquietudes que se habían hecho públicas en los últimos días en diversos foros y que fueron resumidas en una carta abierta del titular de la CCE, hace pocos días, dirigidas, en esencia, a atender la “crítica situación de esa institución y en lo general de la cultura”.
Fue la ocasión también para acercarse a quien ha sido designado, aunque aún no de manera formal, como el nuevo ministro de Cultura, el asambleísta reelecto Francisco Velasco, quien deberá asumir esta nueva línea.
Con él tendrán otro encuentro hoy para empezar a trabajar sobre el nuevo modelo de gestión y, posiblemente, avanzar en el desarrollo de una línea de pensamiento de la nueva Ley de Cultura, en la que coincidieron también ayer.
Pérez Torres dijo que la reunión ha permitido aclarar el panorama respecto a qué es lo que de hoy adelante van a realizar las instituciones culturales. Y, en particular, en torno a la relación de la CCE con el nuevo Ministro de Cultura, cuya designación, dijo, debe verse por su importancia política.
Las críticas
El fin de semana, Pérez Torres se lamentaba de que el Ministerio de Cultura “no ha sido el puente entre el artista y los medios oficiales”, como él particularmente lo había pensado, y que más bien en los últimos cuatro o cinco años los cuatro ministros, sus amigos, no han dado pie con bola.
Su mayor inquietud giró en torno a los problemas económicos de la CCE y sus núcleos, que hoy recibe menos recursos, y sobre las razones por las cuales no se ha creado y estructurado el sistema nacional de cultura cuando su equipo bien lo podrían haber hecho en pocas semanas.
Adicionalmente, dijo que estaba con Correa aunque defendió la filosofía impregnada desde que se fundó la CCE. Esto es, que promueve la autonomía creativa y la libertad para crear, sin sujeciones o direccionamientos del Estado. Sobre este punto, Pérez Torres afirmó que el presidente reiteró ayer en varios momentos que está en la línea de defender la libertad de creación.
Las dudas no se disipan
Precisamente, este tema es uno de los puntos de preocupación para diversos actores involucrados en la producción cultural, que coinciden en que el problema no es de nombres en la dirección de la política en este campo sino en la concepción de la misma.
Pablo Rodríguez, gestor cultural, admitió que no tiene gran expectativa sobre el cambio anunciado en el Ministerio de Cultura en la medida en que no ha visto en la práctica cambios radicales en pro de la creación de políticas que promuevan la creación cultural.
Lo que ha visto en estos años, dice, se reduce a concursos y loterías que no aseguran de modo alguno la sustentabilidad de procesos que han llevado más de 20 años en desarrollar. Eso hizo, en su caso, que se excusaran de participar en el festival de la Concha Acústica de la Villa Flora y en la Semana del Rock.
David Santillán, artista, cree que en la gestión cultural actualmente predomina un énfasis propagandístico y de corte clientelar, en donde el desarrollo cultural se ve frenado en la medida que los eventos culturales tienen un libreto preestablecido y una temática a la que los artistas deben ajustarse.
Fuente : Diario la Hora