Don Carlos Adolfo Alvarado Hidalgo, quien hace mucho tiempo vino a radicarse en la ciudad de Catamayo, es un ciudadano ejemplar que guarda una interesante historia, bastante importante como para hacerla pública en un pequeño reportaje. A finales de la década de los 60s, intenta hacer una vida familiar en este cantón y empieza a trabajar en la empresa MALCA, mientras esto sucedía la música que dicho sea de paso ha sido su vacación desde la infancia, era hasta ese entonces su pasatiempo.
Don Adolfo nos comenta que lleva la música en sus venas, y que la relación con la música comenzó en la Escuela de Zaruma; para ese entonces su padre ya le había enseñado a tocar el bandolín. Su primer premio lo obtuvo a sus 11 años tras una presentación en Zaruma.
Participó en varias agrupaciones entre tríos, dúos o como solista. Su inclinación siempre fue crear melodías que se profundicen en el gusto de la gente. Con su trío ABC, logró conquistar a su actual esposa.
Entre risas nos cuenta que anteriormente era muy común conquistar por medio de serenatas. Aunque no siempre se dedicó a la música, supo dedicarle tiempo a su pasión. Don Adolfo piensa que las serenatas deben seguir siendo usadas como principal medio para demostrar sentimientos de amor a la gente que uno quiere, como se lo hacía en tiempos pasados.
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