El presidente Barack Obama visitó ayer Moore, una comunidad de Oklahoma devastada la semana pasada por un tornado, donde consoló a personas afectadas por las pérdidas de vidas y propiedades, y prometió que el gobierno federal “los ayudará durante todo el camino”.
“Solo soy un mensajero”, dijo el presidente, quien ofreció apoyo moral y financiero a este suburbio de Oklahoma City donde 24 personas, entre ellos diez niños, perdieron la vida el pasado lunes debido a un monstruoso tornado.
El fenómeno tuvo categoría EF5, el máximo posible en la escala de Fujita usada para medir esa clase de meteoros.
Junto con la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin, y otros funcionarios estatales y federales, Obama señaló lo significativo de las labores de reconstrucción y dijo que “nuestros corazones están con ustedes”.
“Esta es una comunidad fuerte”, aseveró. “No hay duda alguna de que se recuperará. Pero necesitan ayuda”, dijo.
Obama exhortó al pueblo estadounidense a contribuir, mencionando que unas 1.200 viviendas quedaron destruidas y que los daños son “muy difíciles de comprender”.
En su caravana recorrió campos llenos de escombros y observó un grado de devastación. Su primera parada fue en la destrozada escuela primaria Plaza Towers, donde siete alumnos perdieron la vida.
La Casa Blanca informó que la Dirección de Control de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) ya ha entregado 57 millones de dólares en reembolsos e incentivos para ayudar a construir unos 12.000 refugios contra tornados en Oklahoma.
Fuente : Diario el Universo