Al menos cinco empresas británicas recibieron la autorización por parte del gobierno de David Cameron, el cual ahora presiona por una acción militar contra el régimen de Bashar al-Asad, para vender químicos potencialmente peligrosos a Siria previo al conflicto armado de ese país, que comenzó en marzo de 2011.
El Ministerio de Negocios, Innovación y Habilidades (BIS, por sus siglas en inglés) autorizó un número de licencias de exportación a firmas especializadas, que permitieron vender fluoruro de sodio a Siria antes de la sangrienta guerra civil en ese país y de las posteriores sanciones de la Unión Europea (UE).
Las licencias permitieron la venta de químicos para uso comercial en cosméticos y productos de belleza y salud, y “hasta ahora no hay evidencia que indique que esos químicos fueron utilizados en los programas de armas” de Damasco, explicó el portavoz oficial británico.
Sin embargo, varios científicos informaron al dominical inglés Mail on Sunday que el fluoruro de sodio puede ser utilizado para crear armas de gas nervioso como el sarín, que los expertos creen fueron usados en los ataques químicos del pasado 21 de agosto en suburbios de Damasco. De acuerdo a Estados Unidos, en ese ataque murieron al menos 1.429 personas, incluidas mujeres, niños y ancianos.
“Estas licencias de exportación, que son previas al actual conflicto y sanciones de la UE, fueron evaluadas rigurosamente y determinadas solo para uso comercial legítimo, incluyendo cosméticos y productos de salud y belleza”, dijo una vocera del BIS.
“No hay evidencia por el uso de estos químicos en programas de armas. El Gobierno británico está confiado que los controles de exportación del Reino Unido siguen estando entre los más rigurosos del mundo”, agregó.
La portavoz oficial se negó a dar detalles acerca de las licencias o a qué compañías fueron aprobadas.
El Mail on Sunday reportó ayer que cinco licencias de exportación fueron autorizadas entre julio de 2004 y mayo de 2010, un año antes que estallara el conflicto armado en Siria.
La información fue dada a conocer luego de que el BIS admitiera aprobar licencias de exportación para el fluoruro de sodio y fluoruro de potasio a Siria en enero de 2012, poco antes de revocarlas meses después del agravamiento de la situación en el país.
El Gobierno británico aclaró que ningún químico fue exportado antes de que esas licencias fueran revocadas en junio del año pasado, luego de las sanciones impuestas por la ONU a Siria.
La semana pasada, científicos británicos que trabajan en los laboratorios de Porton Down, en el sudoeste de Inglaterra, dijeron haber hallado evidencia positiva sobre el uso de gas sarín en muestras de tierra y ropa halladas en el sitio exacto del ataque perpetrado el mes pasado en Damasco.
En tanto, un sondeo publicado ayer por el dominical Daily Telegraph reveló que el 60% de los británicos se opone a una intervención militar en Siria.
La encuesta, elaborada por la consultora ICM, indicó además que un 47% rechaza un ataque con participación de Reino Unido, pero apoya que continúe suministrando ayuda a los refugiados.
Asimismo, un 16% rechaza una intervención pero también seguir con la ayuda humanitaria, mientras solo el 19% de los británicos respalda la operación militar conjunta con Estados Unidos.
Si los investigadores de la ONU que recopilaron muestras del lugar del presunto ataque químico confirman la utilización de esas armas por parte del Ejército sirio, casi la mitad de los británicos considera que el Parlamento, que rechazó hace dos semanas una intervención militar, no debe realizar una nueva votación.
Tras ser preguntados sobre si Occidente o Reino Unido debe atacar contra aquellos regímenes que recurren a las armas químicas, un 40% de los encuestados indicó que solo “a veces”, mientras que dos de cada diez (20%) opinó que “nunca” y el 16% dijo que “siempre”.
Fuente : Diario el Telegrafo
Fecha : 9 de Septiembre de 2013