Don Salomón Saritama, un símbolo de esfuerzo y tradición cafetalera en Olmedo
A los 69 años de edad, don Salomón Saritama continúa dedicando sus días al trabajo agrícola con la misma energía y compromiso de siempre. Este productor y emprendedor olmedense, con más de tres décadas de experiencia en la elaboración y procesamiento de café molido, representa el espíritu laborioso que caracteriza a los habitantes del cantón Olmedo, provincia de Loja.
Desde muy joven, don Salomón encontró en el café no solo un medio de sustento, sino una pasión que ha cultivado por más de 35 años. En sus tierras, ubicadas en el sector Loma Redonda, siembra, cuida y cosecha el grano que luego transforma con sus propias manos. Todo el proceso, desde la recolección hasta el tostado y molido, se realiza de manera artesanal en su domicilio, manteniendo así la autenticidad del sabor del café lojano.
Su producción, aunque modesta, se distingue por su calidad y aroma natural, resultado del esmero y la experiencia acumulada a lo largo de los años. Sin maquinaria moderna ni grandes recursos, este agricultor ha sabido aprovechar el conocimiento tradicional transmitido de generación en generación, demostrando que con trabajo constante y amor por la tierra se puede salir adelante.
“No es fácil, el trabajo es sacrificado y muchas veces poco rentable, pero con esto hemos mantenido a nuestros hijos, les dimos educación y seguimos luchando por mejorar”, comenta don Salomón, mientras muestra orgulloso los granos tostados que luego muele y empaca con cuidado.
Junto a su esposa e hijos, ha convertido su hogar en un pequeño taller familiar donde el café es más que un producto: es un legado que busca preservar y transmitir a las nuevas generaciones. Su historia refleja la resiliencia del campo ecuatoriano, donde hombres y mujeres continúan apostando por la producción local pese a las dificultades.
El ejemplo de don Salomón Saritama invita a valorar el trabajo del agricultor y a reconocer el papel fundamental que cumple el sector cafetalero artesanal en la economía y en la identidad cultural del cantón Olmedo. En cada taza de café elaborada con su producto hay una historia de sacrificio, esperanza y orgullo por la tierra que lo vio nacer.
Informa: Gerardo Vivanco
