Satélite Pegaso ha captado a Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela

Quito, (EFE).- El nanosatélite Pegaso, puesto en órbita el 25 de abril pasado y cuya señal de vídeo se capta desde el 16 de mayo, ha logrado enviar imágenes de zonas geográficas de Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, aseguró hoy el director de la Agencia Civil Espacial Ecuatoriana (EXA), Ronnie Náder.

 

Esta mañana, pasadas las diez horas (15.00 GMT), Pegaso envió imágenes de la costa peruana que fueron recibidas en la estación de control en tierra de EXA, situada en Guayaquil, y retransmitidas por internet, precisó Náder a Efe.

“No alcanzamos a Chile porque ya estábamos fuera de rango”, añadió el astronauta ecuatoriano, al señalar que trabaja al momento en ajustes al satélite para ampliar la cobertura de las imágenes.

“Estamos trabajando para ampliar también el rango de captación de Pegaso”, cuya trayectoria es de norte a sur, “de polo a polo”, y que se enlaza a la estación Minotauro por pocos minutos cuando entra en el rango de la actual cobertura en Ecuador, agregó.

El satélite, durante el enlace y envío de imágenes, también transmite sonidos en código morse y las notas del himno nacional, algo que para muchos ecuatorianos “es emocionante”, según han comentado varios ciudadanos en las redes sociales.

Náder coincidió con ese criterio, pero se lamentó de que por el momento esté abocado a “responder” varios comentarios que pretenden desacreditar su proyecto.

Se refirió a una última polémica suscitada con un integrante del Observatorio Astronómico de Quito (OAQ), Salim Abedrabbo, que en días pasados, en declaraciones a una cadena de televisión extranjera, puso en duda que las imágenes del satélite difundidas por EXA hayan sido en “tiempo real”, como anunció Náder.

Según Abedrabbo, el pasado 16 de mayo, las primeras imágenes del satélite, que captaron el perfil de Venezuela, debieron ser pre-grabadas, pues de acuerdo a sus cálculos el satélite ecuatoriano en ese momento se encontraba al otro lado del planeta.

Náder desafió a Abedrabbo a probar su denuncia y amenazó con entablar una demanda si no se retractaba de sus afirmaciones en el mismo espacio de televisión en el que había emitido sus sospechas.

En un tuit escrito hoy, Abedrabbo pidió disculpas a Náder y ofreció retractarse en la forma como lo había exigido el director de EXA.

El astronauta dijo tener información proporcionada a través de un portal de internet por el Comando Espacial de Estados Unidos, de la posición exacta de Pegaso al momento de su primera transmisión, lo que confirma que las imágenes emitidas fueron “en tiempo real”.

Náder dijo que no espera disculpas de Abedrabbo, pero remarcó que le exigen que por el mismo medio por el que lanzó la acusación, enmiende y diga que cometió un error técnico y de cálculo, que le llevaron a proferir interpretaciones “falsas”.

Con ello “se acaba el problema” y no habrá ninguna demanda, afirmó Náder al señalar que acusar de “farsa o fraude” su proyecto es una “calumnia” que afecta, no sólo a EXA y su proyecto Pegaso, sino “al Ecuador entero”.

También rechazó la postura de la OAQ sobre que el proyecto requería del aval de esa entidad, lo que para Náder supone una “posición arrogante”.

Náder dijo, por contra, que su proyecto ha permitido a muchos jóvenes captar el interés por el mundo de las ciencias y que muestra de ello son muchos adolescentes que han conseguido descodificar los códigos que emite su satélite.

Finalmente, el director de EXA remarcó que en su agencia “faltan manos” para trabajar y que lamenta perder mucho tiempo en responder las críticas que algunos personajes hacen a su proyecto.

Pegaso, un pequeño cubo de 2,1 kilogramos de peso, fue al espacio en abril a bordo de un cohete no tripulado LM2D, lanzado desde el centro espacial de Jiuquan, situado en la provincia china de Gansu.

En la elaboración del nanosatélite ecuatoriano, que tardó en construirse un año, y su gemelo, Krysaor, que se lanzará en agosto próximo desde Rusia y cuya elaboración tomó unos dos meses, EXA y varias empresas privadas invirtieron 80.000 dólares.

De su lado, el Estado ecuatoriano aportó unos 700.000 dólares para el lanzamiento, seguros, logística y pruebas de certificación de ambos satélites.

Fuente : Diario el Mercurio

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