Marcos Evangelista de Morães, más conocido como Cafú, es un coleccionista de títulos con Brasil (dos veces el Mundial, bicampeón de la Copa América, Confederaciones una vez) y con los clubes (ocho coronas con Sao Paulo, entre ellas dos de la Libertadores y un par de la Intercontinental. Cuatro con el Milan, entre ellas una Liga de Campeones). El exlateral derecho y excapitán auriverde habló con FIFA.com.
Usted tiene el récord de juegos internacionales con Brasil (142) y con diferencia (Roberto Carlos tiene 125). ¿Cómo logró algo así en una selección donde la competencia por un puesto es la mayor del mundo?
Creo que porque nadie ha jugado más tiempo que yo con Brasil… ¡16 años! Esto se debió fundamentalmente a mi fuerza de voluntad, devoción por el fútbol y al esfuerzo que hice durante todo ese lapso.
Los dos mayores triunfos fueron en las finales de los mundiales de 1994 y 2002. ¿Qué recuerda de ellos?
Ambas fueron muy emotivas, pero, al mismo tiempo, distintas en cuanto a la responsabilidad que tenía. La final de 1994 fue mi primera (entró al cambio por Jorginho). Era joven, y fue la primera vez que sostuve en mis manos el trofeo más importante al que aspira un futbolista. Estaba preparado, trabajé mucho, pero empecé el partido en el banquillo. En el 2002, sin embargo, ya tuve la enorme responsabilidad de capitanear a mi equipo hasta la final. Sentí nervios en ambas, pero fueron totalmente distintas.
Como capitán, ¿dio una charla a sus compañeros antes de la final del 2002?
No les dije nada distinto a lo de otras veces. Habíamos llegado a la final después de ganar nuestros seis partidos. Les dije que tenían que hacer lo de siempre. ¿Para qué cambiar algo que funciona? ¿Por qué actuar de otra manera en una final si has ganado todos los partidos anteriores? Uno puede pensar que, como es una final, hay que decir algo especial para motivar a todo el mundo, pero ¿cómo no estar motivados si habían llegado a la final?
Parece poco probable que alguien bata su récord de internacionalidades. Pero el de goles de Pelé podría estar en peligro. ¿Será Neymar capaz de batirlo?
Todos los récords están para batirse. Neymar reúne las condiciones necesarias: es joven y el tiempo corre a su favor. Si sigue jugando como está ahora, tendrá muchas posibilidades de lograrlo.
Usted también fue campeón de la Confederaciones 1997 y Brasil tenía a Rivaldo, Romario y Ronaldo. ¿Es el mejor tridente ofensivo de Brasil, mejor que el que presentó en mundiales?
Y por eso la ganamos, ¿no? ¿Cómo no íbamos a ganar
con semejantes estrellas en el equipo? De lo que más me acuerdo de aquel torneo es que todos nos afeitamos la cabeza cuando acabó, porque antes del certamen acordamos que lo haríamos si ganábamos. ¡Después íbamos por ahí todos calvos! Hemos tenido tantos delanteros increíbles! Es muy difícil compararlos a los tres (atacantes). Todas las selecciones que han ganado el Mundial o la Copa Confederaciones tenían futbolistas excelentes en la línea de ataque. En la década del 90, esos tres eran los mejores, por supuesto.
¿Qué consejos les daría a los organizadores de la Copa Mundial de Rusia?
Lo más importante, por encima de todo, es creer. Que crean más en ellos mismos, en su selección y en sus opciones de victoria. Creer que Rusia puede albergar torneos al más alto nivel. Lo principal es creer y, a partir de ahí, todo saldrá bien. (D)